Roberto Rocha Muñoz

Desafíos de la intervención en un proceso migratorio: más allá de un proceso reparatorio Durante la segunda jornada de nuestro seminario, Roberto Rocha, profesional de la fundación, expondrá sobre los desafíos que las familias migrantes y profesionales de los programas de atención deben sortear al momento de realizar atenciones, en base a un caso real. Un contexto en el cual hay desconocimiento, desconfianza y miedo, donde los expertos deben realizar un trabajo de comprensión y acompañamiento. Si bien los profesionales que trabajan con la niñez que ha sido vulnerada cuentan con conocimientos y herramientas para realizar un trabajo reparatorio, también deben hacer una labor de entendimiento, es decir, comprender la realidad en la que viven y se desenvuelven los niños y sus familias, algo que va más allá de la teoría. Llevar a cabo este ejercicio con la niñez chilena, puede ser más fácil si pensamos que existen códigos sociales en común que existen de forma innata entre nacionales, lo que facilita la comprensión de diversos comportamientos. Lo anterior, por lo general, no aplica de forma automática con los y las niñas migrantes “el proyecto (de atención) tiene que coordinar la organización de una familia migrante, que tiene una concepción de otro país y una serie de elementos que son propios de venir de otro país y tienes que conectarlo con lo que le ocurrió al niño y esto es un punto que uno tiene que tratar e integrar” explica Roberto Rocha, psicólogo clínico y coordinador técnico de Fundación Ciudad del Niño. Durante la segunda jornada, Roberto Rocha, quien también es especialista en programas de abuso sexual y maltrato infantil, presentará el caso real de una adolescente, quien junto a su madre se protegieron para no regularizar su situación en Chile, pues debido a su pasado, no sentían confianza en las organizaciones. “Ser migrante no es estar en un país nada más, implica costumbres, un proyecto, miedos, conocer instituciones formales como el Sename, el tribunal, la policía, que no son instituciones de tu país, por tanto, todas estas variables cuando trabajas en terapia tienes que saber conocerlas y hacer un trabajo de mirar la cultura o la creencia que hay detrás”.

Cristian Altamirano

Inclusión de la niñez y sus familias migrantes a la sociedad de destino: doble vínculo y sensibilidad intercultural, un trabajo en desarrollo “Cada cultura que se mira así misma sin mirar al otro se cree universal” afirma Cristián Altamirano, psicólogo, magíster en Psicología y Educación de las universidades de Montreal y Quebec, quien expondrá en la primera jornada de nuestro seminario “Inclusión de la Niñez Migrante. Un desafío país”. Chile ha sido un país que históricamente ha recibido a personas provenientes de otros países, quienes llegan en búsqueda de mejores oportunidades. Son grupos portadores de creencias y hábitos diferentes que deben adaptar a su nueva vida. Antes este fenómeno Cristián Altamirano sostiene: “el otro llega y se trata de integrar, pero viene también portador de otra cultura, otra manera de ver crianza, de ver la vida, de ver los saludos en la mañana”. Como país de acogida debemos hacer un trabajo de empatía y entendimiento porque “nadie se cuestiona si acaso estamos haciéndolo bien o no, porque consideramos las obviedades de crianza o las obviedades valóricas” sostiene. Quienes migran a otras naciones lo hacen por el bienestar de sus familias y por entregar un mejor futuro a sus hijos, estos últimos llegan a un país desconocido donde deben insertarse a nivel idiomático, escolar y social. Nos encontramos con la niñez migrante en etapa escolar, la cual tiene sus costumbres familiares dentro de su hogar y debe convivir con otras diferentes en su aula “esto provoca que muchas veces se adapten a la escuela con un doble standard. Se adaptan en función de lo que la escuela les pide, pero en la casa responde a los parámetros que la familia les solicita y eso crea una especie de disonancia de dos modelos de adaptación de ese niño” explica Cristián Altamirano, quien para finalizar y entender este proceso en función de la protección que debemos asegurar a los menores de edad migrantes, afirma “este es un fenómeno que debemos mirar de forma longitudinal y decir ¿Cuál era el proyecto inicial? ¿Cuánto participó el niño en la decisión ¿Cuánto se le informo de lo que íbamos a hacer con él? ¿Cuánto sufrió en el trayecto migratorio? para luego entender al niño que tenemos en la escuela y ser empáticos en cuanto a qué está enfrentando”

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